Sexismo Ambivalente
La Violencia Domestica
El hogar es un lugar de riesgo para las conductas violentas, debido a que las victimas① pueden sentirse incapaces de escapar del control de los agresores, al estar sujetas a ellos por la fuerza física o la dependencia emocional, por el aislamiento social o por distintos tipos de vínculos económicos, legales o sociales (Echeburua, 2000). La conducta violenta en casa supone un intento de control de la relación y es reflejo de una situación de abuso de poder (Corsi, 1994).
La violencia en el ámbito del hogar ha experimentado un desarrollo espectacular en las dos últimas décadas, quizás porque ha aumentado de forma notable, quizás porque ahora emerja más al exterior o quizás por una mezcla de ambas. Es un fenómeno epidémico que crece más rápido incluso que los accidentes de tráfico, las agresiones sexuales y los robos (Echeburua, 2000). De hecho, según la Asociación Médica Americana, el 25% de las mujeres ha sido víctima de maltrato doméstico al menos una vez en la vida.
El maltrato doméstico puede funcionar como una conducta agresiva que es aprendida de forma vicaria por los hijos y que se transmite culturalmente a las generaciones posteriores. Los niños aprenden que la violencia es un recurso eficaz y aceptable para hacer frente a las frustraciones del hogar. Las niñas aprenden, a su vez, que ellas deben aceptarla. En general, un modelo familiar violento propicia la adquisición de una baja autoestima y dificulta la capacidad de aprender a modular la intensidad de los impulsos agresivos (Rojas Marcos, 1995).
① víctima (del latín, víctima) cuenta con una base religiosa. Se trata de una persona, animal o cosa, destinada a un sacrificio religioso, ofrecida a un Dios. Posteriormente pasó a ser el sujeto que padece un daño, ya sea por culpa ajena (robo) o por causas fortuitas (accidente) concepto más bien asociado a la criminalidad. Situando los extremos, tenemos El Homicidio, donde la víctima, en tanto objeto del agresor, es suprimida. En el otro extremo aparece La Tortura, donde el torturado, es dañado por partes y potencialmente suprimible, ahí situaría la violencia sostenida en la vulnerabilidad, victimario a merced del agresor.
4. Tipos de comportamientos violentos